Margery Allingham fue una de las más notorias novelistas policiales inglesas en la primera mitad del siglo veinte, junto con Agatha Christie y Dorothy L. Sayers. Y así como Agatha y Dorothy crearon sus propios detectives -Poirot y Lord Wimsey-, Margery creó a Albert Campion, aristocrático sabueso que en Más trabajo para el enterrador, recién reeditada, se dedica a perseguir la mano que vertió el veneno… Toda clase de peripecias amenizan una novela elogiada desde su primera edición: 1949.